A fin de cuentas, todos somos una parte de un todo mucho más grande que nos integra. Todos llevamos dentro el caos y el orden, la creación y la destrucción. Todos somos al mismo tiempo víctimas y responsables de nuestra propia vida. Todas las sendas de lo posible están abiertas a los pasos de lo real. Pero no todos somos tan sabios para comprenderlo, ni tan audaces como para trazarnos un itinerario..
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